La humanidad puede volver a recuperar su poder de creacion de realidades
La humanidad se distanció de la espiritualidad y de las disciplinas de apertura a su potencial interno, las cuales nos ayudan a influir en la realidad. resultado del control de las religiones.
Perdimos de vista la relación entre la humanidad, el pensamiento, los sentimientos, las emociones y el cosmos, y los textos sagrados en los cuales figuraban las claves de acceso a este potencial nos fueron retirados en el siglo IV. Se cree que cuando los esenios abandonaron Qumran para escapar de la persecución trasladaron su conocimiento al Tíbet, entre otros lugares.
En 1998 Braden, durante su peregrinaje por 12 monasterios tibetanos, corroboró que los locales no solo custodian conocimiento esenio, sino que hoy en día viven estas tradiciones y han incorporado las técnicas de autoconocimiento interior a su rutina de superación humana. Allí el investigador descubrió que existe una forma de oración que ayuda a creer y sentir lo que uno reza.
LA ORACION COMO CREACION
La oración a la cual nos referimos trasciende las creencias de cualquier religión y se basa en reincorporar el sentimiento y mentalismo humano en nuestra relación con el mundo. En lugar de sentirnos pecaminosos y miembros no partícipes ni decisivos de la realidad, oramos con conciencia creyendo en el principio de crear eventos que nos permitan desenvolver una nueva.
Los antiguos esenios utilizaban las cualidades del pensamiento, el sentimiento y la emoción para decidir cómo experimentar la vida en este mundo. La emoción es la energía que cada día nos impulsa hacia adelante en nuestro mundo, y ese sistema de poder no tiene una trayectoria hasta que es guiado por nuestro pensamiento. La unión del pensamiento con la emoción es el sentimiento.
Los tibetanos hacen una clara distinción entre sus plegarias y los cánticos, también entre los mantras y mudras que utilizan para ambientarse en el sentimiento adecuado para la oración. Esto es algo valioso para destacar porque ahora la ciencia cuántica sugiere que el sentimiento humano es la forma en cómo nos movemos de un resultado cuántico al otro. De alguna manera, el sentimiento humano está relacionado con el resultado que experimentamos individual y colectivamente.
Esta nueva forma de orar nos invita a crear el sentimiento en nuestros cuerpos como si la oración ya hubiese sido respondida. Las visualizaciones no tienen poder a menos que experimentemos a través del poder de la emoción y del sentimiento. Si este modo de orar funciona como creemos que lo hace, no hay motivo alguno para que suframos las predicciones catastróficas porque ahora poseemos el poder colectivo de transformar la realidad. Entonces debemos utlizar el poder de la emoción humana como una herramienta, porque quienes ya lo hicieron sintieron un profundo efecto sanador, solo porque percibieron nuevas posibilidades abiertas en su corazón y se dieron permiso para cambiar.
Cuando personificamos un sentimiento atraemos esa realidad y el mundo exterior nos refleja lo que nuestro mundo interior ha creado. Más allá de que elijamos paz o temor en nuestra vida personal, el mundo nos refleja esas mismas cualidades porque el mundo honra los principios de la creación. Así dijeron los antiguos esenios: “Conviértanse en la paz, porque eso atraerá paz para el mundo”.
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