Salir de la Matrix
SALIR DE LA MATRIX
¿Qué es la Matrix?
Artículo procedente de Centro Aurora (Autor desconocido).
Utilizando las claves y arquetipos presentados en la película “The Matrix”, podemos entender que hay una existencia ilusoria y otra existencia real. La existencia que Neo experimenta cotidianamente en su trabajo como informático en una empresa de sistemas, vendría siendo la
existencia ilusoria o la “Matrix”.
Nuestros científicos más vanguardistas, analizando las implicaciones de los descubrimientos de la física cuántica, están hablando ya de que no existe una realidad material tal como la habíamos concebido. Han observado que las partículas más pequeñas no tienen una localización precisa, de tal manera que sólo “muestran tendencia a existir”. Además son partículas y ondas a la vez, dependiendo del observador se presentarán como una cosa o la otra, se afectan unas a otras sin ningún tipo de contacto entre ellas, y vibran a frecuencias tan altas que pueden dar la “apariencia” de solidez.
Así pues, a nivel científico, se sabe ya con certeza que vivimos en un mundo que no es como lo percibimos, sino que simplemente aparenta serlo, como la Matrix. Las grandes tradiciones místicas y esotéricas, han señalado desde el comienzo de la historia humana que esta existencia que experimentamos como “realidad” no es tal.
Los Vedas y posteriormente los Budistas, la llamaron “Maya”; los Cabalistas la conocen como la “primera esfera” y le denominan “Malkut”; los Alquimistas se refieren al “mundo de los sentidos” y le dicen la “Obra”; los Mayas y los Toltecas hablan del “Sueño”; los Sufíes de la “ilusión”; para los Inkas es “Yoke”; y algunos grupos de orientación Cristiana incluso la han identificado con el “infierno”. A esta existencia ilusoria también se le conoce como la “dualidad” o el mundo de la “separación”.
¿Qué hay fuera de la Matrix?
La física cuántica especula ya acerca de uno o más planos no visibles donde todo está conectado entre sí, lo cual resultaría ser la única respuesta lógica para los fenómenos inexplicables, tanto de tipo paranormal como puramente físicos, tales como el hecho de que las ondas-partículas se afecten entre sí aún sin contacto alguno de por medio.
Cada vez más, nuestros científicos hacen referencia al orden manifiesto (lo que vemos) y al orden implicado (lo que no vemos). Las tradiciones místicas y esotéricas explican que en el orden implicado, esto es, la realidad o la existencia no ilusoria, hay distintos planos de conciencia intermedios entre la ilusión de la separación, que es lo que nosotros percibimos cotidianamente, y la verdad última, que es La Unidad del Todo (el Tao, Dios, el Uno, el Gran Espíritu, etc.).
Se dice que estos planos (también llamados octavas, dimensiones, estados o mundos), coexisten tal como nuestras ondas de radio en el espacio aéreo. Cada plano alberga otro tipo de formas de vida o conciencias que difieren unas de otras por el hecho de vibrar en frecuencias más bajas o más altas que las nuestras, o simplemente no están en coordenadas espacio/temporales, por lo que ya no se puede hablar de cosas como “vibraciones por segundo”. En estos diversos planos se suelen ubicar desde las presencias desencarnadas y los espíritus errantes, hasta los “ángeles“, “arcángeles“, “santos”, “devas”, “guías”, “seres extrafísicos”, “maestros ascendidos“, “presencias crísticas”, “eloims”, etc.
Existen diversos modelos que clasifican estos planos de acuerdo a sus funciones y características (nivel astral, conciencia colectiva, mundo causal, conciencia crística, esfera del “Ser Superior” o “Presencia Yo Soy”, etc.). Para algunos, éstos planos de conciencia son lo que hay fuera de la Matrix, para otros, son otras partes de la Matrix, y lo que sea que haya fuera del Universo y sus múltiples dimensiones, sería lo que hay fuera de la Matrix.
En conjunto los Cabalistas les llaman las “esferas intermedias”, los Mayas y Toltecas “el mundo del Espíritu”, los Inkas “Paña”, y los Cristianos el “Espíritu Santo”, por ejemplo.
Englobando estos mundos o planos, todas las tradiciones coinciden en ubicar el estado de la unidad total, donde la paz, la felicidad y el Amor son absolutos. Los Budistas le llaman “el Nirvana”, los Cabalistas “la Luz”, los Alquimistas “la Fuente”, las Mayas “la Causa”, los Sufíes “la Verdad”, y los Cristianos “el Cielo”. También se le conoce como “el estado de indiferenciación” o “la Unidad”.
Alcanzar este plano se describe como el regreso al estado primigenio en donde se es Uno con el origen de la Creación, con el Espíritu, con Dios/Diosa/Todo lo que Es.
¿Por qué estamos en la Matrix?
Los mitos de distintas culturas, las particulares cosmovisiones de las tradiciones místicas, y las explicaciones de maestros ascendidos y seres extrafísicos cuyas enseñanzas han sido telepáticamente canalizadas por humanos con inusuales capacidades de percepción extra sensorial, coinciden de manera prácticamente unánime en hablar de una “caída” o “descenso” del Espíritu al mundo de la materia o el plano físico, que es la Matrix.
El Uno o el Gran Espíritu, cuya esencia es el Amor y cuya vocación es la Creatividad, se extiende a sí mismo o se subdivide en partes individuales, pero a la vez, perfectamente unidas e integradas al Todo. Esta subdivisión se lleva a cabo en una forma que nuestros científicos llamarían holográfica, puesto que cada parte conserva en sí misma el Todo.
Las partículas espirituales que conservamos la misma esencia y el mismo poder creativo del Creador, creamos a nuestra vez ilusiones, juegos o experimentos para conocernos a nosotros mismos explorando las diversas manifestaciones del Uno.
Dentro de estos juegos o experimentos, uno de los más arriesgados consiste en olvidarse completamente de nosotros mismos, de nuestra identidad espiritual y de nuestro Creador. Para ello creamos una Matrix que es un auténtico simulador de limitaciones respecto al poder y la creatividad ilimitada del mundo del Espíritu.
Luego nos metemos en el simulador donde no hay eternidad y ubicuidad, sino tiempo y espacio; donde no hay unidad sino división, donde no recordamos que somos Espíritu, y creemos que somos cuerpos… Y el juego consiste en recordar lo que en verdad somos para poder salir de la Matrix.
Algunos seres nunca se han encarnado en una “dualidad” porque consideran que éste es un juego demasiado peligroso por el dolor, el miedo y el desamor que son los subproductos del olvido de uno mismo. Otros seres en cambio valoran mucho la incursión en la dualidad por el tipo de experiencias que se pueden tener dentro de ella. Aquí difieren bastante las opiniones. Hay quienes hablan de “la caída” como un error debido al deseo de especialidad y/o de poder que algunos seres sentimos; otros dicen que ocurrió debido a la fascinación, que como Espíritus, desarrollamos por la materia; otros aseguran que éste es un experimento que se salió de proporción respecto a su propósito original; y otros más, que es un experimento exitoso porque los seres involucrados en él estamos aprendiendo muchísimas cosas.
Sea como sea e independientemente de las valoraciones que reciba la Matrix, todas las fuentes coinciden en señalar que cada uno de los seres que creemos estar en esta ilusión colectiva, elegimos encontrarnos aquí por nuestra propia voluntad y, de igual forma, tenemos el poder de elegir salir de ella cuando en verdad lo deseemos.
¿Qué es el ego?
El ego es el nombre genérico que recibe el sistema de pensamiento limitante que nos mantiene anclados en la Matrix. Los Budistas le llaman “Mara”; los Cabalistas judíos, “Amalec”; los Alquimistas, el “Guardián”; los Inkas el “Uku Pacha” y muchos terapeutas lo dividen en “ego negativo” y “ego positivo”. El Maestro Ascendido Jesucristo, un especialista en el estudio del ego y cómo trascenderlo, dice: “Su existencia depende de tu mente porque el ego es una creencia tuya”. El ego no es más que una confusión con respecto a tu identidad… no le tengas miedo al ego. Él depende de tu mente, y tal como lo inventaste creyendo en él, puedes asímismo desvanecerlo dejando de creer en él… Cuanto más aprendas del ego más te darás cuenta de que no se puede creer en él…
¿Qué es el Espíritu?
Es la parte de nosotros que sigue recordando quiénes somos y que nos guía de regreso a la Totalidad. Algunos le llaman el Maestro Interior, el guía interno, el Ser Superior, etc.
¿Cómo creamos la ilusión que llamamos realidad?
Con la suma de nuestros pensamientos y sentimientos, que son resultado de nuestras creencias. Los humanos somos como antenas de una radio-emisora y radiamos las 24 horas del día lo que sentimos y pensamos. El Universo trae a nuestro campo de experiencias el equivalente de aquello que estamos radiando y de esta manera atraemos personas, situaciones y cosas a nuestra realidad, que tienden a confirmar nuestras creencias. Así es que mientras no cambiemos nuestras creencias, no podemos cambiar nuestra “realidad”.
¿Qué es la iluminación o ascensión?
Lo que Neo experimenta tras la “revelación” de saberse invulnerable a las balas de sus enemigos. O sea, el regreso a nuestra esencia y no simplemente el cambio de una “realidad” limitada a otra menos limitada. La ascensión o iluminación no es un hacer sino un ser. Es el abandono de un sistema de creencias limitante y la adopción de uno ilimitado. Es un estado de ser en el que la felicidad y el éxtasis son el estado cotidiano de conciencia.
¿Cómo salir de la Matrix?
Básicamente hay que creer primero que esto sea posible y deseable, y después unificar nuestra voluntad para hacerlo. El proceso para conseguirlo consiste en trascender el ego, o sea el sistema de pensamiento limitante que nos mantiene anclados en la Matrix.
Este es el proceso que siguieron Buda , Jesucristo y los demás Maestros Ascendidos.
Neo no sale cuando despierta en otra “realidad” o dimensión y continúa luchando con las máquinas, sino cuando se da cuenta de que no necesita defenderse porque en realidad es invulnerable, es entonces cuando recuerda y recobra su esencia.
¿Cuál es el camino hacia la iluminación?
No hay un solo camino hacia la ascensión. Cada uno de los Maestros Ascendidos que han escapado de la Matrix lo logró de una forma distinta, por eso se habla de que hay diferentes caminos para alcanzar la iluminación o ascensión, y a la vez se dice que todos son el mismo: salir del miedo y la ignorancia, para regresar al Amor y la luz con la que fuimos creados.
¿Para qué salir de la Matrix?
Para dejar de sufrir y para ser permanentemente felices. Para recobrar nuestra esencia de Amor y creatividad, para recordar quiénes somos, para abandonar las limitaciones y regresar a Casa, de donde en realidad nunca hemos salido, pues el tiempo y el espacio no existen.
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